Ansiedad por la tecnología y las redes sociales

EstefaniaA EstefaniaA (Psicólog@)

24 junio, 2025

A estas alturas y tras un cuarto de siglo a nuestras espaldas a nadie le sorprende que las redes sociales se hayan convertido en una parte fundamental de completamente normalizada de nuestra vida cotidiana. El avance de las tecnologías mediante ordenadores portátiles, tablets, smartphones, relojes inteligentes etc., no solo facilitan nuestras tareas diarias, sino que nos permite comunicarnos, informarnos y entretenernos en cualquier momento. Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos estamos interactuando con dispositivos y redes que nos mantienen conectados a personas de todo el mundo.

Las redes sociales, además, han transformado por completo la manera en la que nos relacionamos; gracias a plataformas como Instagram, X, Facebook o TikTok podemos compartir e interactuar con el contenido de casi cualquier persona, desde conocidos a gente alrededor de todo el mundo. No hablamos solo de una ampliación de las redes de contacto sino del nacimiento de nuevas dinámicas sociales y culturales donde la inmediatez y la visibilidad digital tienen un peso significativo. Las ventajas y beneficios son por todos conocidos; facilitan el contacto, fomentan el acceso a la información, permiten el trabajo y estudio a distancia entre muchas otras. Sin embargo, también plantean otros muchos retos como la privacidad, las barreras entre lo íntimo y lo público, la dependencia tecnológica y en definitiva, la salud mental. El abordaje de todos estos nuevos retos es imprescindible puesto que vivir conectados ya no es una excepción sino la norma en la sociedad contemporánea.

De todas las consecuencias negativas del uso de las redes sociales la que más nos interesa es la relacionada con su uso inadecuado. El uso abusivo de las redes está relacionado con problemas de salud mental tales como trastornos de ansiedad, problemas de estado de ánimo y baja autoestima. También guarda relación con efectos físicos negativos como problemas de sueño, fatiga visual, sedentarismo etc.

SEÑALES DE ALARMA DE UN USO INADECUADO

Teniendo en cuenta todos estos riesgos y, ante la inevitabilidad en muchas ocasiones, en el uso de las redes sociales como una manera de adaptarnos a la conectividad de nuestros tiempos, resulta especialmente conveniente identificar todas esas señales de alarma que nos pueden avisar de que el uso que le estamos dando a las nuevas tecnologías deja de ser un uso necesario y pasa a ser un uso problemático. Entre las señales de alarma más evidentes podemos destacar:

  1. Aislamiento. Un uso inadecuado de las redes sociales puede llevar a reducir las interacciones cara a cara en favor de las interacciones virtuales. Esto puede traducirse en una reducción o incapacidad a la hora de desarrollar habilidades sociales fuera del entorno digital. 
  2. Pérdida de interés. La sobreestimulación y sobrecarga de información de las tecnologías y redes sociales puede llevar a la pérdida de interés de actividades que hasta el momento fueran placenteras.
  3. Reducción del estado de ánimo y cambios emocionales. Sentimientos de malestar asociados a la comparación sistemática con otros, frustración o tristeza asociado a la ausencia de la tecnología.
  4. Disminución del rendimiento y abandono de responsabilidades. El uso abusivo de estos dispositivos y el exceso de tiempo en pantalla en muchas ocasiones puede ser en detrimento de otras áreas como la académica, laboral o actividades cotidianas del día a día
  5. Dependencia. La necesidad de estar al corriente de todas las novedades, interacciones y reacciones de los demás puede generar una dependencia donde cada vez sea mayor el tiempo que demandan las redes sociales
  6. Problemas físicos. Dolor de cabeza, cuello o espalda asociados al sedentarismo por el abandono de otras actividades.
  7. Problemas de sueño. Muy asociado a la sobreestimulación o al uso en franjas horarias inadecuadas y dificultades para desconectar pueden ver los ritmos del sueño alterados.
  8. Ansiedad. Este último lo desarrollaremos más adelante por las especiales implicaciones que tienen para la salud mental.

ANSIEDAD Y REDES SOCIALES

Una de las señales de alarma del uso inadecuado de las redes sociales es la ansiedad, ya sea a la hora de utilizarla o debido a periodos de no uso. Sabemos que la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de peligro, estrés o incertidumbre. Esta se manifiesta como una sensación de miedo, nerviosismo o preocupación excesiva, incluso cuando no existe una amenaza real y con síntomas físicos como sudoración, dificultad para concentrarse, irritabilidad y problemas para dormir. Teniendo en cuenta que es una respuesta hacia una supuesta amenaza ¿cómo las redes sociales y tecnologías pueden llegar a disparar la ansiedad? Existen diversos motivos, pero los principales a destacar son:

  1. Sobrecarga de información: Estar expuesto constantemente a noticias, mensajes y contenido digital puede generar una sensación de saturación mental y estrés.
  2. Comparación social: Las redes muestran versiones idealizadas de la vida de otras personas, lo que puede provocar inseguridad, baja autoestima y la sensación de “no estar a la altura”.
  3. Necesidad de aprobación: La búsqueda constante de “me gusta”, comentarios o seguidores puede generar dependencia y ansiedad si no se recibe la validación esperada.
  4. Miedo a perderse algo (FOMO): La necesidad de estar siempre conectado para no perderse novedades o eventos puede generar inquietud y tensión constante.
  5. Ciberacoso o comentarios negativos: El acoso en línea, las críticas o el juicio de otros pueden afectar seriamente la salud emocional.
  6. Interrupción del descanso: El uso excesivo de dispositivos, sobre todo antes de dormir, puede alterar los ciclos de sueño y aumentar los niveles de ansiedad.

Todos y cada uno de estos motivos pueden llevar a que el uso inadecuado de las redes sociales pueda suponer una fuente continua de preocupación y malestar emocional.

 ¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA PSICOLOGÍA POSITIVA?

Ya que su uso resulta casi ineludible y los riesgos de un uso inadecuado son más que evidentes, resulta fundamental disponer de recursos que nos ayuden a protegernos del impacto negativo que estas nuevas tecnologías puedan generarnos. La psicología positiva tiene las respuestas para poder desarrollar herramientas que nos permitan combatir la ansiedad asociada a un uso inadecuado. 

Ya que en lugar de enfocarse en los aspectos negativos e inadecuados se enfoca en fortalecer el bienestar emocional y los aspectos positivos de la vida. Algunas formas en que puede ayudar son:

  1. Fomentar la gratitud: Practicar el agradecimiento diario ayuda a enfocar la atención en lo que sí funciona en nuestra vida, reduciendo la comparación constante con otros en redes sociales.
  2. Desarrollar la autocompasión: Aprender a tratarnos con amabilidad en lugar de juzgarnos por lo que vemos en línea disminuye la autoexigencia y el malestar emocional.
  3. Fortalecer relaciones reales: Valorar y cuidar los vínculos presenciales promueve conexiones más profundas y reduce la dependencia de la validación virtual.
  4. Promover el uso consciente de la tecnología: La psicología positiva invita a usar la tecnología de manera equilibrada, identificando cuándo nos aporta valor y cuándo nos genera malestar.
  5. Aumentar emociones positivas: Actividades como el mindfulness, la meditación, el ejercicio o el arte ayudan a generar emociones como alegría y serenidad, que contrarrestan la ansiedad.

Esperemos que tras este artículo hayas ampliado tu conocimiento de cómo las redes sociales pueden llegar a suponer un disparados en la aparición de la ansiedad ante el uso inadecuado y cómo la psicología positiva nos permite ayudar a desarrollar una relación más saludable con la misma.

EstefaniaA
EstefaniaA

0 0 votes
Valoración
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Oldest
Newest
Inline Feedbacks
View all comments

También te puede interesar

Prevención de recaídas en Trastornos de Adicción a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TATS)

Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han transformado nuestras vidas en muchos aspectos, desde la forma en que trabajamos hasta la forma en…