Ecuanimidad en Mindfulness: Cómo cultivar una mente serena y equilibrada
Beatriz Fernández
(Psicólog@)
9 diciembre, 2025
Vivimos en una sociedad acelerada, donde las emociones y pensamientos parecen gobernar nuestro día a día. ¿Cuántas veces has sentido que una sola noticia, un comentario o un imprevisto cambia tu estado de ánimo por completo? En este contexto, Mindfulness se ha convertido en una herramienta poderosa para recuperar la calma y la claridad.
Mindfulness, o atención plena, es la práctica de estar presente en el momento, con una actitud de apertura y aceptación. No se trata solo de meditar, sino de vivir con conciencia, observando lo que ocurre sin dejarnos arrastrar por juicios o reacciones automáticas. Dentro de sus actitudes fundamentales, la ecuanimidad ocupa un lugar central.
¿Qué es la ecuanimidad?
La ecuanimidad es la capacidad de mantener una mente estable y equilibrada frente a cualquier experiencia, sea agradable, desagradable o neutra. No significa ser indiferente ni “frío”, sino aceptar lo que ocurre sin apego ni rechazo.
Vamos a poner una situación real que probablemente hayas podido vivir en algún momento. Imagina que recibes una crítica en el trabajo.
Sin ecuanimidad, podrías reaccionar con ira o sentirte hundido. Con ecuanimidad, reconoces la emoción, la aceptas y eliges responder con calma. No niegas lo que sientes, pero tampoco dejas que te domine.

Mindfulness y ecuanimidad: una relación inseparable
Mindfulness nos enseña a observar la realidad tal como es, sin filtros ni juicios. La ecuanimidad es la actitud que permite que esa observación sea estable. Sin ella, la práctica se convierte en una montaña rusa emocional.
Beneficios de la ecuanimidad en mindfulness:
- Reduce la reactividad emocional: Nos ayuda a responder en lugar de reaccionar.
- Favorece la claridad mental: Cuando no estamos atrapados en emociones extremas, vemos las cosas tal como son.
- Cultiva compasión equilibrada: Podemos acompañar el dolor ajeno sin agotarnos.
Como dice Jon Kabat-Zinn:
“No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfearlas.”
Pero… ¿Cómo desarrollar una actitud más ecuánime?
Cultivar la ecuanimidad no es cuestión de suerte, sino de práctica consciente. Aquí tienes cuatro claves esenciales para empezar:
1. Reconoce la impermanencia
Todo cambia, nada permanece igual. Pregúntate:
¿Esto será igual dentro de una semana?
Este recordatorio reduce la intensidad de las emociones y nos ayuda a relativizar.
2. Acepta lo que surge
Sin resistencia ni juicio. Cuando aparezca una emoción incómoda, prueba a decirte:
¿Puedo permitir que esto sea como es, al menos por ahora?
Aceptar no significa resignarse, sino dejar de luchar contra lo inevitable.
3. Observa tus pensamientos y emociones
Imagina que son nubes que pasan por el cielo. No intentes detenerlas, solo míralas moverse. Esta distancia te da libertad para elegir cómo actuar.
4. Usa la respiración como ancla
Cuando sientas que la emoción te arrastra, vuelve a tu respiración. Haz tres inhalaciones profundas y siente cómo tu cuerpo se estabiliza en el presente.
Ejercicios prácticos para cultivar la ecuanimidad
Te propongo una serie de ejercicios prácticos muy sencillos que puedes empezar a incluir en tu vida diaria:
1. Meditación de la montaña
- Siéntate cómodamente.
- Imagina que eres una montaña: firme, estable, mientras el clima cambia (emociones, pensamientos).
- Observa cómo todo pasa, pero tú permaneces.
2. Escaneo corporal con aceptación
- Recorre tu cuerpo lentamente.
- Observa sensaciones sin intentar cambiarlas.
- Si surge incomodidad, repite mentalmente: Esto también está bien.
3. Práctica de “dejar ir”
- Imagina tus pensamientos como hojas que flotan en un río.
- Cada vez que aparezca uno, colócalo en el agua y déjalo ir.
4. Ejercicio cotidiano
Estás en un atasco y llegas tarde. Sin ecuanimidad: frustración, tensión, quizá discusiones. Con ecuanimidad: reconoces la situación, respiras, aceptas que no puedes cambiarla y eliges cómo vivir ese momento (quizá escuchando música o un podcast).

Conclusión
La ecuanimidad no se logra de la noche a la mañana, pero cada práctica es un paso hacia una vida más serena. Pregúntate:
¿Cómo sería mi día si pudiera aceptar lo que ocurre sin luchar contra ello?
Empieza hoy con 5 minutos de respiración consciente y observa la diferencia.
Referencias bibliográficas
- Kabat-Zinn, J. (1990). Full Catastrophe Living: Using the Wisdom of Your Body and Mind to Face Stress, Pain, and Illness.
- Salzberg, S. (2013). Real Happiness: The Power of Meditation.
- Gunaratana, B. (2011). Mindfulness in Plain English.
- Wallace, B. A. (2006). The Attention Revolution: Unlocking the Power of the Focused Mind.
También te puede interesar
La perseverancia: clave para alcanzar tus metas y transformar tu vida
¿Te has preguntado alguna vez qué separa a aquellos/as que consiguen sus metas de los/as que no logran llegar y se quedan en el camino?…
Cómo abordar el duelo de pareja: transformar la pérdida en conciencia.
En una ruptura sentimental no solo se acaba una relación. Se quiebra un relato, un proyectovital, una parte de ti que soñaba un futuro compartido.…
Español
Italiano
English