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Timidez: Cómo superarla y dejar de cerrar puertas

Sonia Castro Sonia Castro (Psicólog@)

27 septiembre, 2023

“No te preocuparías tanto por lo que otros piensan de ti, si te dieses cuenta de lo poco que lo hacen”

Eleanor Roosevelt.

La timidez en muchas ocasiones se confunde con la introversión y a veces ambos términos se emplean como si fueran sinónimos, aunque esto no es lo correcto.

Así pues, la introversión es un rasgo de personalidad, la persona introvertida es introspectiva, suele disfrutar de momentos de soledad, no le incomoda y de hecho le gusta el silencio, son personas reflexivas que dan mucha importancia y le dedican tiempo a sus propios pensamientos, emociones y a su mundo interior.

La introversión viene dada, mientras que la timidez suele desarrollarse por diversos factores: un estilo educativo muy autoritario o demasiado sobreprotector, padecer acoso escolar de muy pequeño en el colegio… 

Definición y origen

La timidez hace referencia a aquella persona que le cuesta más de lo habitual entablar y mantener relaciones sociales, tiende a evitarlas por miedo o por vergüenza excesiva, afectando en cierto modo en su día a día.

Puede ser que una persona introvertida también sea tímida, pero también puede pasar lo contrario, que una persona introvertida no sea tímida y que se relacione de manera satisfactoria, sin suponerle esto ningún tipo de problema.

La timidez no es ningún trastorno, ni ninguna enfermedad, pero sí puede llegar a incapacitar el desarrollo normal de la persona, afectando en la calidad y cantidad de sus relaciones y haciendo que la persona sufra y aportando malestar. Será aquí cuando habrá que trabajarlo para que esa persona pueda reducir, vencer y superar esa timidez y mejore así sus relaciones con los demás.

Si tú has sido y sigues siendo muy tímido o tímida y quieres dejar de serlo o tienes a alguien cerca que lo es y quieres poder ayudarle con ello, continua leyendo este artículo en el que te voy a dar ciertas tips y ejercicios para vencer la timidez.

7 Claves para superar la timidez

Y ¿qué podemos hacer o cómo tenemos que actuar cuándo somos conscientes de que la timidez me está incapacitando? Anota estos siete puntos.

Sé natural

Ante cualquier situación que requiera hablar y relacionarte con otras personas, ser natural, auténtico, y tú mism@ de verdad, hará que estés más tranquilo o tranquila. Y es que cuando queremos aparentar lo que no somos, actuar ante ciertas personas porque es lo que crees que se espera de ti y al fin al cabo interpretar un papel, es normal que sientas miedo y que te bloquees, lo que no aporta nada bueno ni positivo si ya hay cierto grado de timidez en ti.

Así pues lo más recomendable es que si no te apetece hablar no lo hagas y si tienes ganas de reír y la situación se corresponde con ello, lo hagas. No adoptes el rol de comportarte cual robot y de hacer las cosas por quedar bien y por compromiso. Naturalidad ante todo.

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Socializa

Partimos de la base que eres tímido o tímida, así que aunque te cueste conocer gente nueva o mantener relaciones sociales de manera habitual, hay que hacerlo. Es importante que lo hagas de forma habitual, que no te aísles y respondas con un “no, hoy no salgo” cada fin de semana o con cada plan que te propongan.

Aunque te de pereza, te de miedo y te genere cierta ansiedad, apúntate  a esas cañas con los compañeros del trabajo los viernes a la salida, no dejes de ir al cumpleaños de esos amigos de la infancia, esfuérzate por integrarte en ese grupo que comparte el mismo hobby que tu, di “sí” a ese plan espontáneo que acaba de plantearse…

Lee AQUÍ la importancia de las relaciones sociales.

No eres el ombligo del mundo

Aunque pienses que lo que te pasa a ti, no le ocurre a nadie más, te equivocas. La timidez es algo bastante habitual y a muchísimas personas (probablemente alguna que tengas muy muy cerca) pueden sentirse y experimentar exactamente lo mismo que tu. De hecho sabemos que muchos actores importantes y muy conocidos han contado que una de sus vías de escape y de cara a trabajar su excesiva timidez era la interpretación. Así que si todos ellos lo han superado, y han conseguido alcanzar sus metas, tú también vas a poder. 😉

Trabaja la asertividad

En el primer punto te he hablado de ser natural, pues en este apartado te animo ser asertivo o asertiva, lo que está muy relacionado también con la naturalidad.

Por tanto tienes que aprender, si aún no lo has hecho, a expresar con el lenguaje, de manera educada y sin ofender lo que de verdad piensas, crees, sientes y quieres. No te dejes nada dentro porque se irá acumulando y esto a medio y largo plazo no te va a beneficiar en nada.

Cuando lo hagas te sentirás fenomenal y la gente que te rodea te aceptará tal y como eres, te respetarán y ahí encontrarás tu hueco.

Mira este post que le dedicamos a la ASERTIVIDAD.

Rebaja tu nivel de exigencia

Deja de centrarte y de focalizarte todo el tiempo en lo que tú consideras, por lo que has aprendido, que es una conducta social óptima y perfecta y lo que no. La mayoría de las ocasiones la realidad es muy diferente.

Así que deja de exigirte ese comportamiento perfecto y de darle tanta importancia y relájate.

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Aprende de los errores

¿No te atreves a hablar con ese grupo de personas por miedo a equivocarte y por lo que pueda llegar a pasar después? Si no lo intentas, nunca lo sabrás.

Equivocarse, meter la pata, cometer errores… es parte del día a día de la vida de cualquiera. Si esto no pasara, seríamos robots, y por ahora somos seres humanos. 😉 Así que no te cortes, no dejes de decir algo.

Pasito a pasito

Una estrategia muy conocida y que muchas veces se recomienda en terapia es ir ensayando esas nuevas interacciones que tengas que llevar a la práctica, primero delante de un espejo contigo  mismo y después también con las personas de tu entorno más cercano y con las que más tranquilo y tranquila te sientas para ir perdiendo miedos y acostumbrándote a la situación.

De esta forma, se trata de ir practicando dentro de tu zona de confort antes de tirarte de golpe a la piscina.

Si te has sentido identificado con lo que acabas de leer y te apetece y además necesitas empezar un proceso terapéutico con un psicólogo experto en esto, de cara a no ser tímido, aprender cómo superar la timidez y que deje de incapacitar tus relaciones sociales y personales, solicita ahora, pinchando en este enlace una orientación gratuita que será el primer paso para después continuar junto con el terapeuta que mejor te pueda acompañar, un proceso de mejora.

Sonia Castro
Sonia Castro

Licenciada en Psicología por la UAM. Especialidad clínica y de la salud. Centrada en el campo de las relaciones personales y la escritura, redactando para distintos blogs y con dos libros publicados. Actualmente redactora y creadora de contenido, comunicación interna, comunicación externa, medios y apoyo al departamento de RR.HH en el Instituto Europeo de Psicología Positiva.

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