La Ansiedad: Síntomas, Causas, Prevención y Tratamiento
Dafne Cataluña (Psicólog@)
22 junio, 2022
Molestias de estómago, problemas para dormir, palpitaciones, sensación de mareo, presión en el pecho, temblor de piernas… ¡¡AN-SIE-DAD!!
¿Quién no ha sentido en alguna ocasión ansiedad? Quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra… Una servidora, seguro que no… 😉
Sentir ansiedad es algo súper común, muy habitual, más que frecuente en nuestras vidas y que pareciese que hemos normalizado como comer cada día o dormir.
Estudios recientes sugieren que hasta un 20% de la población Española pueden haberla sufrido en algún momento, aunque se piensa que este porcentaje puede ser mucho más alto ya que hay muchas personas que restan importancia a su salud mental y que no acuden a buscar ayuda profesional cuando la necesitan.
Pues hoy en el blog vamos a hablar de ella, de qué es exactamente la ansiedad, cómo se puede presentar, cómo identificar sus síntomas y qué podemos hacer para sentirnos mejor si nos toca convivir con ella.
Índice
Definición
La ansiedad es una respuesta común y universal en el ser humano, que nos afecta a todos.
Se trata del proceso que experimentamos cuando hay una anticipación en forma de preocupación, incertidumbre o miedo que interpretamos como peligroso o amenazante y que va acompañada de unas respuestas (sensaciones, emociones y pensamientos) intensas en nuestro organismo, que nos imposibilita funcionar de manera correcta en nuestra vida cotidiana.
Además, la ansiedad puede aparecer sin un estímulo físico previo.
En el IEPP no queremos ser alarmistas, y es que, experimentar, notar y sentir cierto miedo a la incertidumbre, a salir de nuestra zona de confort, a lo que no se conoce, a enfrentarse a una nueva tarea, a lo desconocido… es totalmente normal y adaptativo.
La ansiedad vendría cuando ese miedo llega a incapacitar, bloquear e inutilizar y nos hace sufrir, provocando dolor, angustia e interfiriendo en nuestra calidad de vida.
Síntomas
Los síntomas de la ansiedad pueden ser muchos y muy variados y es que la ansiedad puede aparecer de mil millones de maneras diferentes en nuestro cuerpo. Es como si le encantase disfrazarse y camuflarse para pasar desapercibida.
Por este motivo, en ocasiones es complicado detectarla, diagnosticarla e identificarla. Por ello, es importante que aprendas a detectarla. Mira bien estos síntomas:
Síntomas físicos
- Inquietud, nerviosismo, tensión: muchas veces la tensión invade el día a día, haciendo que sea imposible relajarte, desconectar y disfrutar de las cosas como lo hacías antes.
- Cansancio y agotamiento, tanto físico como mental.
- Dificultades para respirar con normalidad y de manera profunda. Respiración rápida y superficial. Esta respiración se da con la parte torácica, cuando llevamos el aire hacia los hombros y utilizamos únicamente la parte alta de los pulmones, respirando más oxígeno del que consumimos e hiperventilando.
- Hormigueo, cosquilleo en las manos u otras extremidades.
- Palpitaciones, taquicardia, sudoración excesiva.
- Alteraciones del sueño: dificultades para quedarte dormido o conciliar el sueño porque no paran de asaltarte preocupaciones. Insomnio prolongado. Si te cuesta mucho dormir, lee nuestro artículo sobre los problemas de insomnio.
- Problemas gastrointestinales. Dolor de estómago, angustia, ganas de vomitar.
Síntomas cognitivos y emocionales
- Gran preocupación y miedo constante, sintiendo que no puedes hacer frente a la cantidad de pensamientos negativos que surgen en tu cabeza.
- Sensación de no tener el control de lo que está ocurriendo y va a pasar.
- Irritabilidad por tener que hablar con otras personas (reuniones de trabajo, hablar en público, asistir a una fiesta…).
- Pensar de manera frecuente sobre hechos negativos que ocurrieron en tu vida interfiriéndote en el presente.
- Dificultades para concentrarse, para mantener la atención y fallos de memoria.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Inseguridad.
- Sentimientos de tristeza frecuente y/o mal humor constante.
- Autoestima baja. No te valoras lo suficiente. Piensas que nunca haces las cosas bien o como deberías. Te comparas constantemente con el resto de personas de tu alrededor y el resultado de esas comparaciones nunca te favorece. Te dejamos aquí más información sobre la autoestima.
Síntomas conductuales
- Evitación de situaciones: evitación de situaciones para no enfrentarse a ellas (no montar en ascensor, no acudir a reuniones sociales, etc.).
- Pérdida de autonomía: no querer salir de casa si no es acompañado/a, no viajar en avión, etc.
- Problemas de la conducta alimentaria: desaparición del apetito o atracones repetitivos por ansiedad. Si en ocasiones, te has visto asaltando la nevera o la despensa a modo de atracón, fuera de control, no dejes de leer nuestro artículo sobre la ansiedad por comer.
- Dificultades en las relaciones sexuales. Pérdida del apetito sexual. Inapetencia.
Causas
No existe una única causa para que desarrollemos ansiedad. De hecho es un tema que genera mucho interés en las investigaciones científicas actuales. Es una mezcla, suma e interacción de múltiples factores, entre los que están:
- Factores genéticos. La carga genética heredada es importante.
- Factores neurobiológicos.
- Factores ambientales.
- Rasgos de personalidad: estilo de pensamientos, recursos de afrontamiento, etc. Aquí la psicoterapia y trabajarlo en terapia con un profesional ayudará mucho.
- Acontecimientos vividos estresantes. Situaciones complicadas de gestionar y que cursen con mucho dolor.
- Nuestro estado de salud.
- Medicación que estemos tomando.
¿Quieres conseguir manejar mejor las emociones y aprender a limpiar la mente de tanto ruido? Descubre más sobre nuestro curso de mindfulness.
Prevención
En muchas ocasiones no tenemos que esperara a encontrarnos realmente mal para actuar, podemos aprender, poniendo en práctica sencillos hábitos, a prevenir la ansiedad.
Aquí te dejo cositas que ayudan si lo hacemos de manera frecuente y si lo implantamos en nuestra rutina semanal.
- Aprende a escuchar a tu cuerpo: date las horas de sueño que necesites, cuida tu alimentación, practica deporte de manera regular, establece esos descansos que sabes que necesitas.
- Realiza actividades que fomenten tu creatividad y bienestar personal: hacer caminatas, pintar, escribir, aprender a tocar un instrumento musical, practicar yoga/relajación, asistir a charlas que te interesen, etc. Mantener al cerebro sorprendido es un gran factor de neuro-protección.
- Date un baño de naturaleza siempre que puedas y escápate al bosque, a la montaña o a la playa para reconectar contigo y con el silencio.
- Fortalece el músculo de la atención: Practicar mindfulness nos ayuda a estar más atentos y reducir nuestros niveles de estrés. Aprende con este articulo a adentrarte en el Mindfulness.
- Organízate, prioriza y aprender a delegar. No todo es igual de urgente. Recuerda que la perfección no existe.
- Desarrolla tu inteligencia emocional. Conocer y entender nuestras emociones y aprender a decir "no" es un arte que nos lleva a tener mayores niveles de bienestar. Lee más en este post sobre Inteligencia Emocional.
- Trátate exactamente igual de bien como lo harías con tu mejor amigo/a. Sé amable contigo/a mismo/a.
- Utiliza el humor y una actitud positiva. Relativiza. No todo es tan importante, ni nadie es imprescindible.
- Busca el apoyo, la complicidad y conexión de tus seres queridos, tanto familiares como amigos, fomentando esos vínculos. Las relaciones sociales y familiares sanas son fundamentales.
Tratamiento
El primer paso para tratar la ansiedad es que aprendas a identificarla y conocerla.
Lo primero será entenderla y saber porqué está, por qué aparece y para qué. Se trata de aprender a no rechazarla y aliarnos con ella. De hecho puede ser una fuente de autoconocimiento muy buena.
De la misma manera tenemos que aprender a observar a nuestro cuerpo, sus sensaciones, emociones y nuestros pensamientos. Recuerda que todo pasa en el cuerpo. Las técnicas de relajación, respiración y mindfulness serán de gran ayuda.
Igualmente es importante que trabajes y aprendas técnicas de afrontamiento y reestructuración cognitiva. Sólo enfrentándonos a nuestros miedos podemos vencerlos. Así además los síntomas comenzarán a reducirse.
Algo fundamental que nos aporta la psicología positiva es aprender a conocer y desarrollar nuestras fortalezas personales como base para nuestro bienestar emocional.
Y por supuesto todo ello, hazlo de la mano y con el acompañamiento de un profesional. No esperes a cuando no puedas más.
En el IEPP somos especialistas en el tratamiento de la ansiedad y podemos ayudarte, en el apartado de terapia, puedes solicitar una primera entrevista gratuita en la que te explicaremos las condiciones para empezar un proceso psicológico con uno de nuestros psicólog@s.
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Me parece buena la información. Gracias
Gracias por el post!! A veces nos olvidamos de escucharnos y observar nuestras necesidades! Hay que tomar nota 😉
Durante 2016, los directivos de mi empresa hemos iniciado un proceso de coaching ejecutivo con una consultora RRHH, en particular, la misma que nos imparte los cursos para empresas – formación bonificada – de habilidades. En ese itinerario, el coach, una de las cosas que más me ha recalcado y en la que estamos trabajando es en la escucha activa.
Muy buen test. Mil gracias
Hola Frank, muchas gracias por tu feedback. Un abrazo
Por fin una perspectiva constructiva! Un artículo muy interesante.
Hola Lola, nos alegra mucho que te guste y que te resulte interesante. Un abrazo